¿Qué es camisea?
Camisea es el mega yacimiento de gas más importante del Perú y uno de los más representativos de Latinoamérica. Es un ícono y modelo a nivel internacional. Se trata de una muestra ejemplar de ingeniería, desarrollo logístico e infraestructura en un entorno de alta sensibilidad social y ambiental, en el corazón de la Amazonía de Cusco. Allí se lleva a cabo una operación de tipo off shore in land, que consiste en operar en tierra como si se tratara de una producción en mar (logística aérea, fluvial y sin apertura de caminos).
Camisea es el consorcio integrado por Pluspetrol, Hunt Oil, SK Innovation, Tecpetrol, Repsol y Sonatrach, produciendo gas natural y condensado de los Lotes 88 y 56.
El trabajo de Camisea continúa en Pisco, región Ica, donde se construyó la planta de fraccionamiento de líquidos de gas natural y el terminal de despacho marítimo. La operación representa un gran desafío por la complejidad tecnológica para el emplazamiento de cañerías submarinas en un espacio ecoturístico por su cercanía a la Reserva Nacional de Paracas.
Un Proyecto Sostenible
Camisea muestra un fuerte compromiso para garantizar el desarrollo de todas sus operaciones en armonía con el medio ambiente. Entendiendo la complejidad ambiental y social de un entorno como la selva del Bajo Urubamba de Cusco, que es considerada uno de los 34 hotspots de biodiversidad del mundo, la gestión ambiental y social es considerada un aspecto clave a la hora de definir alternativas de diseño y técnicas de operación.
La región Cusco es reconocida por su alta diversidad biológica, por esto se diseñaron herramientas específicas de gestión ambiental, incluyendo medidas de manejo orientadas a una mínima intervención y la implementación de programas ambientales participativos y sostenibles en el tiempo.
De la mano con las Comunidades
Con el fin de mantener un canal de diálogo permanente con la población local, Camisea desarrolla iniciativas con las comunidades ubicadas en su zona de influencia como un medio de relacionamiento y conocimiento mutuo. A través de proyectos de inversión y responsabilidad social, se potencia el desarrollo humano y socioeconómico de estos ciudadanos.
Camisea realiza procesos de relacionamiento temprano con los grupos de interés (comunidades y organizaciones indígenas, sociedad civil, organizaciones no gubernamentales, organismos de Gobierno y grupos de expertos) y cuenta con políticas de contratación de mano de obra local que dan prioridad a vecinos de la zona. De esta forma se crearon cerca de 5,000 oportunidades laborales para comunidades nativas y asentamientos rurales del Bajo Urubamba.
Orgullosos protectores del Medio Ambiente
El Programa de Monitoreo de la Biodiversidad (PMB) y el Programa de Monitoreo Costero de Paracas (PMC) monitorean y evalúan el estado de la biodiversidad en nuestras áreas de influencia: el Bajo Urubamba y Paracas, para obtener alertas inmediatas ante cualquier eventualidad.
El PMB y el PMC de Camisea conviven con la vigilancia y la investigación en uno de los puntos más bellos de la Amazonía del Perú y en un área protegida de rica biodiversidad como la Reserva Nacional de Paracas, donde la belleza de la flora y fauna fueron destacadas en más de una oportunidad por distintos científicos, e incluso registradas en documentales como “Bajo Urubamba, el bosque de los misterios” y “Paracas: el reino del viento”, que se emitió por televisión.
Además, toda la información sobre la fauna y flora es valiosa para la comunidad científica, porque los programas de monitoreo registraron miles de especies y su evolución en el tiempo.
El futuro está en la Educación
El proyecto Aprender para crecer fue una iniciativa impulsada por el Consorcio Camisea para mejorar la enseñanza y el aprendizaje de las áreas de comunicación y matemática en niños menores de 8 años, mediante la capacitación de docentes de colegios de inicial y primaria de Pisco, talleres para directivos, estudiantes, profesores y padres de familia, organización de ferias pedagógicas y asesoría. Esto benefició a más de 8 mil alumnos y 2 mil padres de familia de Pisco.
En el Bajo Urubamba también se instauraron programas de educación y capacitación, además de las Becas Nopoki, que permitieron acceder a estudiantes de las comunidades indígenas a educación superior en universidades del país, como el caso de Ludwin Turco, un joven matsigenka que se graduó como profesor bilingüe y que hoy labora como profesor en una comunidad de la Amazonía de Cusco, impartiendo clases en su lengua nativa.
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